Pistones de un curioso motor de humanidad resortes
viejos de este amor que va. Memoria hostil de un
tiempo de paz sin paz. Narices frías de una
noche atrás.

Besos por celular
las momias de este amor
piden el actor de lo que fui.

Pantalla de la muerte y de la canción,
proyectos de un nuevo spaghetti del rock.
Cíclope de cristal devora ambición,
vomita modelos de ficción.

Remontar el barrilete en esta tempestad
sólo hará entender que ayer no es hoy
que hoy es hoy
y que no soy actor de lo que fui.

Besos por celular
las momias de este amor
piden el actor de lo que fui.

Remontar el barrilete en esta tempestad
sólo hará entender que ayer no es hoy
que hoy es hoy
y que no soy actor de lo que fui.

trnrf en cuenta que lo que uno escribe, està condicionado por el estado de ànimo de no en ese momento. la total imparcialidad hacia uno mismo es imposible... como sea, estoy bien (por no animarme a decir feliz) y descubro que tengo todos los fines de semana de acà a màs de Julio con algo programado...

Mmm, lo más curioso en realidad es el juego que se produce dentro de uno. Es esa misma sensación, una vez más (ya casi monótona hasta el hastío) de nihilismo, no, error, más bien, de inercia. Esa es la palabra exácta. En el fondo, se trata de lo de siempre, el vacío (no confundir con la sensación que produce, que es la de un vacío en el cuerpo), el sinsentido, la desmotivación de hacer las cosas, solo porque sí, solo porque se empezó a hacerlas, y continuarlas, exáctamente, por inércia. Es por eso, que ante esa perspectiva (que se intensifica considerablemente una y otra vez tras cada vez que veo la felicidad no cuestionada en la que se sumergen los demás), el alcohol va ganando terreno. Está claro, que a esta altura, ya no es considerado ni de cerca un enemigo. El único impedimento que me obstaculiza caer en el vicio continuo, es probablemente, no tanto la falta de dinero como supuse en un principio (que más bien es un efecto secundario, si realmente lo necesitase consiguiría la guita) sino los esporádicos (aunque largos) momentos de optimismo y alegría que me trae el colegio (y más bien, indirectamente, los amigos). (Lo que influye considerablemente en mi ira contenida contra los despotricantes de este). En ese aspecto, es vital la "salida". Cualquiera que iniciase un proceso de observación en mi persona, podría descubrir al instante la tangente depresión y alicamiento que padezco en las "salidas" del colegio, y que, o sufro sin más, o logro soportar a cambio de "caminar" junto a los chicos. Es en estos momentos de debilidad, sobre todo, cuando la necesidad del alcohol se hace más y más latente. Más que nunca, en estas etapas de desgano, depresión y vacío, la idea de sumergirme en el vicio del alcohol hasta transpasar las fronteras me llama más y más. Es lo que muchos no comprenden. No se trata de tomar alcohol por quedar bien, ni hacerlo para entonarse un poquito y estar más alegre. Se trata ni más ni menos que dejar escapar la mente en el líquido abrasante hasta ahogar los pensamientos, se trata de tapar las palabras y las preocupaciones con el vómito y el sudor, se trata de de superar las sensaciones con la inconciencia. Alcoholizarse. Y no importa lo que hagan, es imposible sacar de mi mente eso como una idea totalmente positiva, e incluso, en un lejano futuro de gloriosa y elevada inercia, finálmente, una forma dígna de morir. (y sé que esto último que digo, será totalmente incomprensible para la mayoría). Como fuera, la soledad es dura, muy dura, y mella poco a poco el corazón. El exintencialismo me atormenta desde hace años, y lo único que siento al ver la radiante felicidad de mis compañeros, es frustración. Acaso ellos no se preocupan por su futuro? no les falta tiempo para hacer todo lo que tiene que hacer? no les parece que no hacen lo suficiente? no tienen su vida abarrotada de cosas para hacer? ¿no sienten seriedad, severidad, en la tarea de informarse, aprender, saber, cambiar, luchar, leer, crecer, amar, para en un futuro ser alguien y poder cambiar las cosas? (y todas las preguntas que acabo de formular estan mal escritas, salvo la última, carecen de coherencia, porque por alguna razón que no detecto, a la altura de hablar del alcohol perdí todo rastro de la concentración y fría introspección que me permitía analizar mis propios actos de forma analítica y científica (es probable que esto se deba a la identificación que tuve al hablar del alcohol, tema que me emocionó, y me acerco a mi mismo, alejándome de la imágen de analista, y haciéndome perder la frialdad y la impersonalidad que debe tener un analista con su paciente) ).

Lobo Estepario.

Efigie perruna.

Neena, ¿qué voy a hacer nena?
Si me llueve sal y limón
neena, ¿qué voy a hacer nena?
Si una nube me tapa el sol
Neena, ¿sabés creer en lo increible?
dame tu spaghetti termocontraible
corre por la vida como un perro,
solo, buscando a su amo y a su
sueño, solo,
buscame un destino para compartirlo
nena, dame tu spaghetti para repartirlo

Ahora bien, el estudio de las formas complejas puede ser increiblemente...

bah, para que molestarme, realmente, estoy demasiado agotado y falto de inspiración como para escribir cualquier cosa... me queda tanto pendiente...
Aquelarre Giol...
Spaghetti Termocontraible...
Luminarias de Neón
y tanto por tocar...
Fantasmagóricos Ferrocarriles...
YerbaMate
Mariposas de Polvo Ladrillo...

solo algunos nombres...

No puedo dejar de sentir que hice un pacto con el diablo y le entregué mi alma a cambio... pero...

YEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH